Una maratón de montaña es completamente diferente a una de asfalto.
El Trail Running es otro deporte. Esta es la frase que más puedes escuchar de los entrenadores y deportistas especialistas en trail running.
Y efectivamente así es.
Por supuesto, tiene muchas similitudes con la carrera de asfalto y la base también es la acción de correr.
Esta vez te traigo un episodio un poco diferente.
Te cuento mi experiencia en la maratón de montaña del Ultra Sierra Nevada 2022.
Índice del post
Maratón de montaña: el día antes
Ultra de Sierra Nevada
El fin de semana del 2 y 3 de abril de 2022 se celebró el Ultra de Sierra Nevada.
Una carrera de trail running que puede asustar por su nombre, pero en la que puedes encontrar distancias que van desde los 23 kilómetros hasta los 160.
En total 5 distancias, todas ellas con un desnivel positivo considerable.
Si quieres saber más, aquí tienes su página web.
Yo elegí la modalidad maratón. Una maratón de montaña conformada por 38 kilómetros acompañados de 2.600 metros positivos.
Desde Quéntar hasta Pradollano, pasando por Pinos Genil.
Dormimos en Quéntar, en un espacio que hay para caravanas y furgonetas.
Antes de dormir, dejé todo el material preparado.
Material y nutrición para la maratón de montaña
Si has leído este blog otras veces, sabrás que no suelo “jugármela” mucho hablando de mejores o peores materiales.
Aquí puedes encontrar muchos artículos míos hablando sobre el calzado y por qué no es tan determinante, al contrario de lo que piensan muchos runners.
En gran mayoría de ocasiones, el material que utiliza cada corredor se basa en una selección personal basada en la comodidad y el hábito.
En mi caso, elegí los materiales que ya había probado en anteriores entrenamientos por montaña.
- Chaleco Salomon – Hydra Vest con 4 litros de capacidad.
- Camiseta de manga corta.
- Mallas de running largas.
- Calcetines deportivos.
- Un cortavientos de running con capucha.
- Camiseta térmica que entregaba la organización. Guardada en el chaleco.
- Zapatillas ASICS Fuji Lite 2.
Por otro lado, en cuanto a la nutrición utilicé geles, pastillas de sales minerales, barritas energéticas y sobres de isotónico.
- 2 sobres de Isodrink de Crown Nutrition.
- 6 geles (2 de ellos con cafeína) – Energygel de Crown.
- 1 barrita energética de Crown.
- 4 pastillas de sales de Crown.
Utilizo la marca Crown Nutrition porque hasta ahora es la que más me gusta en cuánto a sabor, textura y calidad de los suplementos.
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La maratón de montaña del Ultra de Sierra Nevada
Comienzo y primer avituallamiento
La carrera comenzaba a las 10 de la mañana, en medio de un día muy agradable.
Alrededor de 300 corredores nos lanzamos a recorrer la Sierra Nevada de Granada.
El primer atasco se produjo poco después del primer kilómetro.
Comenzaba una subida hasta Alto de los Jarales y el Barranco del Agua.
Pronto, allá por el kilómetro 7 podías empezar a ver la Sierra Nevada a la izquierda.
Imponente si se comparaba con la ciudad de Granada que quedaba a nuestra derecha.
Casi toda la distancia que se subió hasta ese momento, debía bajarse para llegar al primer avituallamiento en Pinos Genil.
Evaluado a posteriori, considero que debería haber bajado un poco más lento.
En ese momento iba en la posición 59.
El Dornajo casi me tumba
Tras el primer avituallamiento comenzaba una parte muy dura de la carrera.
Una subida prolongada y una posterior bajada que te dejaban a los pies del embalse de Canales.
A partir de ahí, comenzaba un ascenso que se iba acentuando para llegar a su culmen en la pared justo debajo del Centro de Visitantes el Dornajo.
Seguramente volveré por allí en algún momento. Aunque no vuelva nunca, me acordaré toda la vida de este lugar.
Del kilómetro 22,5 al 24 debíamos ascender 400 metros positivos.
Había hecho un buen análisis de la carrera, pero no pensaba que iba a llegar tan cansado a ese punto.
Sin bastones, comencé a caminar casi toda la pared.
Mis cuádriceps estaban demasiado fatigados como para permitirme una intensidad mayor.
A duras penas conseguí llegar al segundo avituallamiento tras superar esta pared. Era el kilómetro 26.
Segundo avituallamiento y carretera
En ningún momento pensé en pararme o en abandonar.
Pero puedo decir que justo antes de llegar al segundo avituallamiento estaba tan fatigado como nunca antes.
Una gran diferencia de los avituallamientos de montaña en comparación con los de asfalto es que en la montaña uno se toma su tiempo.
¡Y bendito tiempo! La situación cambió completamente.
Gracias a la ayuda de mi pareja Ari y también de Manu, entrenador especialista en trail running y ultradistancia que me echó una mano con la preparación y su pareja María José, la recuperación en el segundo avituallamiento fue sorprendente.
Rellené todas las botellas de isotónico y agua, consumí un gel y alguna gominola que puso la organización.
Salí de allí con muy buenas sensaciones en general y sobre todo, sorprendido porque los cuádriceps habían vuelto a la normalidad.
A partir de ahí, comenzaba un tramo de carrera de 7 kilómetros que agradecí enormemente.
Soy un animal de asfalto y cuando me ponen uno bien cuidado, me siento muy cómodo y puedo llevar un “ritmo crucero” más fácilmente.
Durante todo este tramo fui intercalando tramos de Correr-Caminar para dar descanso al cuerpo, pero a su vez, conseguir llevar un ritmo más o menos estable.
Compañerismo y apoyo entre corredores
Una de las mayores diferencias que encontré entre la montaña y el asfalto.
La sensación de unidad, hermandad, apoyo, compañerismo… es mucho mayor que en el asfalto (sobre todo en grandes maratones).
Yo lo achaco a varios factores:
- La mayoría de los corredores vamos a terminar y disfrutar. En el asfalto la competencia en cuánto a marcas es mucho más común entre corredores populares.
- Somos menos corredores y es más fácil volver a cruzarte con alguien que te ha pasado hace un rato y con el que has intercambiado algunas palabras.
- La soledad que puedes experimentar en diferentes tramos: es fácil encontrarte sin nadie cerca durante varios minutos.
- Mayor sensación de que estás haciendo algo épico.
Durante el tramo de carretera pasaban muchos coches que subían a Pradollano e incluso había varias personas apostadas en los lados de la carretera para animar. No recuerdo una sola persona que no me animara de forma personal.
Nieve y por fin… meta
Si hablo de nieve en el kilómetro 35 y +2500 metros de desnivel, puede que estás pensando que ese tramo fue un infierno.
Para mí fue un soplo de aire fresco.
Más allá de que utilicé la nieve para introducirla dentro de las mallas en contacto directo con mis piernas, la temperatura más fresca y sobre todo, el desnivel positivo menos agresivo, me ayudaron para tener un buen tramo final.
Durante estos últimos kilómetros caminé lo mínimo: en ligeras subidas o en zonas dónde había acumulación de nievo y/o corredores.
Tras salir del bosque, quedaba 1 kilómetro para llegar a meta. Ya se veía Pradollano al fondo.
Y así, tras 5 horas y 8 minutos de carrera llegué a la meta.
Una explosión de emociones combinadas (orgullo, alivio, satisfacción personal, amor por los que habían estado apoyándome…) vino a mí y sólo pudo manifestarla en forma de abrazos y lágrimas.
La meta más dura hasta la fecha. Los entrenamientos más duros hasta la fecha. El mejor estado de forma hasta la fecha.
Aprendizajes de una primera maratón de montaña
Por último, quiero dejarte algunos puntos que considero aprendizajes que me ha dejado esta carrera. Espero que puedan servirte.
- Aumentar entrenamiento de fuerza enfocado en subidas.
- Nunca me planteé abandonar. El entrenamiento mental y la fortaleza que da cumplir con el entrenamiento los meses previos ayudan.
- Paciencia con los ritmos y los tiempos. No ir tan fuerte al inicio, durante 5 horas de carrera puede haber muchos contratiempos.
- Utilizar más los bastones.
- Preguntar más a los lugareños o personas que ya hayan corrido la carrera y hacer un análisis más minucioso.
- Utilizar más nutrición en forma de líquido y gel.