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¿Qué son los meniscos? Anatomía básica de la rodilla
Nos centramos en la rodilla porque hay se encuentran los meniscos. La rodilla es una articulación. Las articulaciones se encargan de ser el puente entre los huesos. De entrad, la rodilla cuenta con un pequeño problema: sus escasos rangos de movimiento. Incluso se llega a decir que es una articulación de paso. Pero esa afirmación no debe hacer que le quitemos peso a su cuidado. Según diferentes estudios, la rodilla es una de las articulaciones más castigadas por los corredores. En concreto, se lesionan un 28%.
¿Qué te puede llevar a desarrollar una lesión de rodilla?
Antes de entrenar en si llevar a cabo una cirugía de menisco o no una vez que te has lesionado, es necesario que sepas cómo evitar esa lesión. Es decir, por qué se produce.1) Causa traumáticas y puntuales
Este es uno de los casos más comunes por los que se suele someter a cirugía la rodilla de una persona deportista. Seguramente te suene del fútbol, ya que es un deporte de bastante contacto y muy duro. Una de los lesiones más temidas de este deporte es la rotura del ligamente cruzado anterior que suele producirse por un mal gesto del deportista. Esto, sumado a la fatiga, genera una tensíón excesiva en el ligamento que hace que pueda llegar a romperse. Sería algo similar a un esguince de tobillo, pero en una articulación mucho más limitada en movimiento como he comentado al inicio. Cuando se produce este gesto excesivo no sólo se puede llevar por delante el ligamento cruzado, sino que también puede afectar a los ligamentos laterales y a los invitados de este artículo: los meniscos. Cuando el menisco interno, el ligamento lateral interno y el cruzado anterior se ven afectados se suele denominar «la tríada». En nuestro servicio de entrenamiento personal online llevamos dos personas que tuvieron este problema e incluso llegaron a operarse y, en la actualidad, siguen corriendo.2) Exceso de impacto prolongado en el tiempo
Otra de las causas más comunes y por lo que se suele recomendar la actividad sin impacto es: el exceso del mismo. Y aquí puede que te estés preguntando: ¿Cuánto es exceso? ¿Cómo sé si me estoy pasando? Hay varias señales y me gustaría citarte alguno de los casos más comunes:- Persona que comienza a correr y en muy poco tiempo quiere sumar muchos kilómetros o llegar a un reto que prácticamente es imposible hacer de forma segura si no se prepara, como una maratón.
- Persona que lleva corriendo tiempo pero decide dar el salto a largas distancias y piensa que lo único que tiene que hacer es sumar más y más kilómetros.
- Predisposición genética a tener debilidad a nivel articular. Este un punto bastante relevante según diferentes investigaciones.
- Persona que corre mucho y su técnica de carrera no es buena y genera desgaste en uno de los meniscos.
Cirugía de menisco, ¿sí o no?
Antes de nada, me gustaría aclarar que yo no tengo ninguna experiencia en este ámbito y que me guío por las sensaciones y experiencias de personas que sí lo han sufrido. Por lo tanto, lo más importante será hacer caso al especialista que esté tratando tu caso y que él te recomiende. En casos de desgaste muy avanzado puede ser recomendable. Y, sobre todo, en aquellos puntuales, como el ejemplo de jugadores de fútbol, es casi lo único que por ahora parece funcionar. Muchas veces es necesario intervenir de urgencia. En los casos con desgastes menos avanzados, espereraría. Si ese problema viene del entrenamiento que estás realizando, revísalo. Sé que es difícil. A todos nos cuesta parar de correr unas semanas, ir al fisio, añadir entrenamiento de fuerza, mejorar nuestra movilidad, pero muchas veces es necesario. Además, puede ser el camino para evitar cirguías o tratamientos invasivos. Conozco casos de muchas personas que han mejorado mucho por centrarse en encontrar qué puntos estaban haciendo mal en su entrenamiento. Ahora sí que pasamos a lo que realmente hemos venido a explicar: el entrenamiento si hay lesión o cirugía de menisco de por medio.El mejor entrenamiento para recuperarte es este
Mi mensaje aquí es: «Por favor, si te gusta entrenar y lo disfrutas, no pares de entrenar». A menos que sea un caso muy grave no necesitarás parar de entrenar.Entrenamiento sin impacto tras lesión o cirugía de menisco
El entrenamiento sin impacto sí puede ser tu aliado. Sobre todo si crees que el problema puede deberse a un exceso de impacto o a una deficiencia a nivel de funcionalidad, deberías probar a reducir el impacto. La mejor actividad en este caso será la natación. Flotar es algo bueno para los cartílagos. Por eso, la mayoría de doctores recomiendan a la gente mayor que nade. Pero, como he comentado antes, el cartílago también se nutre del impacto. Si no pudieras hacer natación, prueba con la bicicleta, el remo o la cinta elíptica. El caso de la bicicleta, también puede ser una gama de grises cuando hablamos de menisco. Lo primero, es importante que la posición sea correcta para evitar generar tensiones. Además, si pasas de correr a hacer bicicleta, este puntos de la colocación será aún más importante. Muchas veces me encuentro a corredores que piensan que la bicicleta ‘es gratis’, en el sentido de que casi no supone carga. Y nada más lejos de la realidad. La bicicleta también suma carga de entrenamiento y puede hacer que aumenten las tensiones en ciertas zonas. A la hora de hablar de entrenamiento sin impacto la bicicleta está bien, pero al ser un estímulo estresante, también debes tener lo en cuenta en tu control de la carga semanal. Lo lógico es que una vez reducido el impacto, mejoren tus sensaciones en la rodilla. En este caso, puedes probar a salir a correr:- una vez a la semana,
- durante 30-40 minutos (dependiendo de tu nivel) debería bastar,
- evitando entrar en fatiga,
- cuidando el ritmo, evitando ir excesivamente lento,
- sin miedo,
- corriendo de forma natural, porque seguramente esa sea la manera en la que menos impacto asuman tus rodillas.
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Entrenamiento con impacto
Una vez vayas mejorando sensaciones, tras esa lesión o cirugía de menisco, será el momento de añadir más sesiones de entrenamiento con impacto. El entrenamiento sin impacto puede dar paso a hacer intervalos de caminar y correr, por ejemplo. Caminar también es una actividad de impacto. De menor magnitud que correr, pero es válido. Hacerlo así te servirá para controlar mucho mejor tus sensaciones a medida que vas aumentando el tiempo corriendo.En estos casos, hablamos de avanzar en base a CACOS y es clave que controles dos factores:Ver esta publicación en Instagram
- Tiempo total de la sesión. Haciendo aumentos en el tiempo total, serás capaz de controlar bien la carga de entrenamiento.
- Tiempo corriendo. Esta es una de las claves. A medida que vayas mejorando sensaciones, ve aumentando el tiempo de carrera.
Entrenamiento de fuerza
Movilidad y estabilidad, luego fuerza
Hasta ahora hemos estado hablando de impacto. De cómo puede afectar a los meniscos y cómo el entrenamiento sin impacto puede ser una solución. Pero, a veces, hay que acercarse más a la causas del problema. La movilidad puede tener un gran influencia en los problemas de rodilla.Una dorsiflesión limitada o una movilidad de cadera restringida puede influir en cómo todo tu cuerpo asume y distribuye los impactos. Y no sólo en la rodilla. Una falta de movilidad te puede llevar a desarrollar problemas como peritostitis o tendinopatía de Aquiles. Voy a llevar esto a la carrera. Si tu movilidad de tobillo es limitada, cada vez que pisas contra el suelo, en vez de hacer un movimiento completo, se hará más escaso. Espero que puedas visualizarlo con este ejemplo:Ver esta publicación en Instagram
Imagina que tu pie impacta en el suelo. Es el primero en asumir el impacto que sube por los gemelos que se estiran, mientras todo el pie trata de hacer el recorrido para poder impulsarse. En ese momento y por una falta de movilidad en el tobillo, no se puede llegar a todo el rango completo de movimiento y, por tanto, la asunción de esos impactos no es completa por parte todos los tejidos de la pantorrilla.
¿Quién se lleva más carga? Eso es, nuestra amiga la rodilla.
Otro ejemplo más y este relacionado con la estabilidad:Imagínate que esta vez impactas bien y el pie es capaz de hacer una buena transición, gracias a que cuentas con un rango de movilidad de tobillo normal. Sin embargo, tu core es débil, sobre todo la musculatura glútea, y no puede actuar de forma correcta.
Esto hace que tu rodilla tampoco se comporte de forma estable y la carga se reparte irregularmente, provocando tensiones en toda la zona y haciendo que los encargados de asumir el impacto (los cartílagos) sufran más de la cuenta.
Aquí tendríamos dos puntos importantes: movilidad y estabilidad.
Si pasamos a la fuerza y cómo puede influir, tenemos dos vías principales:- La fuerza como componente que te ayudará a mejorar tu estabilidad, tu reactividad, tu técnica de carrera en general y mejorando tu eficiencia.
- La fuerza y sus beneficios a nivel articular. El entrenamiento de fuerza no sólo te ayudará a correr. Vamos a evitar verlo siempre de esa forma. Debemos verlo como una vía para tener una mejor salud a largo plazo. Y, de hecho, uno de sus grandes beneficios es este: ayuda al tejido cartilaginoso. Lo hace más fuerte y resistente. Esto es algo que nos ayudará ahora y en el futuro. Cada vez existen más estudios que tratan de valorar los efectos del entrenamiento de fuerza en población anciana. Y los resultados son sorprendentes. Algunos de estos resultados están relacionados con la mejora de la funcionalidad y del desempeño físico en población con artrosis.