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Cuando pienso en ese tema, siempre me viene a la cabeza la expresión: «Nunca llueve a gusto de todos». Viene como anillo al dedo con el artículo de hoy. Seguro que ya sabes por dónde van los tiros, hablo de correr con lluvia.

Pero, un momento, ¿sabes quién soy?

Quizá ves mi nombre en la cabecera del artículo y no sabes quién narices soy, ni qué hago yo aquí.

Pues me voy a presentar rapidísimo para ir directo al grano con este tema que te quiero contar. 

Mi nombre es Lander y soy uno de los entrenadores del club Corre tu maratón. Desde hace unos meses trabajo con Javi para poder ayudarte a mejorar en carrera y conseguir su objetivo de manera saludable y disfrutando.

Así que, me vas a ver más a menudo por aquí y por Instagram, para que me pongas cara porque quién sabe… ¡lo mismo terminamos entrenando juntos!

Ahora sí, vamos a continuar con el tema principal de este artículo para que puedas ver por qué realmente correr mientras llueve no es tan malo como nos lo pintan o te piensas. Aunque puede que a ti te guste hacerlo, quién sabe 😉

 

Correr con lluvia: ¿dónde está el problema en realidad?

 

Teniendo en cuenta que la ubicación geográfica de nuestro país es peculiar, en cuanto a tiempo, sabemos que dependiendo de nuestro lugar o zona de residencia vamos a experimentar diferentes tipos de climas (ya sea por la presencia o no del mar, las montañas o por llanuras).

Y si tenemos que buscar diferencias, creo que está claro.

Las más notables se dan entre el norte y el sur. Mientras que las comunidades autónomas más cercanas al ecuador son propensas a los climas cálidos y secos, las zonas más próximas al Mar Cantábrico son mucho más frías y con mayor presencia de lluvia. 

A raíz de este hecho, salir a entrenar puede resultar un inconveniente si nos tenemos que enfrentar a esos días lluviosos o de clima desapacible. 

Pero ¿es realmente un impedimento para salir a entrenar? ¿Correr con lluvia debería estar prohibido? (sí, sé que hay gente que lo preferiría jejejeje)

correr con lluvia es seguro

¿La lluvia o la mente, cuál es el problema?

 

Está más que estudiado y contrastado que la luz solar y el buen clima favorece un mejor estado psicológico. Pero, por desgracia para algunos y algunas, no tenemos el poder de elegir el tiempo como en el Show de Truman.

Por eso, en mayor o menor medida, vas a tener que soportar días en los que la lluvia haga acto de presencia. 

Y, por supuesto, cómo gestiones tus ánimos en esos días es algo bastante personal que dependerá, en gran medida, de la costumbre que tengas de ver la lluvia y el mal tiempo en general.

Así que, si eres una persona que vive en el norte, estoy seguro de que estás acostumbrado/a a correr con lluvia. Sin embargo, si vives en el centro o en el sur (aunque en el interior peninsular también llueva bastante), estarás menos acostumbrado/a a cambiar tus planes por un chaparrón cada x meses.  

¿En qué situación te encuentras tú?

Por lo que vas viendo, en la mayoría de ocasiones el problema que te impide salir a correr con lluvia es un proceso mental/anímico, más que físico.

En realidad, se podría decir que responde a un tema de predisposición y fuerza de voluntad. 

En este sentido, la clave está en la visión que tienes de la lluvia. Sí, has leído bien. Hay runners que piensan en ella como ‘simplemente agua’, mientras que otros la asocian a incomodidad, frío o un rendimiento deficiente. 

Por tanto, cambiar esa perspectiva y manera de actuar ante las sesiones de entrenamiento con lluvia, va a ser fundamental para que tu cabeza no sea un obstáculo y conseguir llevar a cabo la sesión de entrenamiento.

Para echarte una mano si este punto te supone un calvario y la lluvia es como tu peor enemiga, toma nota de lo que verás a continuación.

 

3 consejos para correr con lluvia

 

Estos son los consejos que necesitas si eres de esas personas que se las ve y se las desea para correr con lluvia. Vas a ver que hay un popurrí de consejos a diferentes niveles, desde un nivel más psicológico hasta otro más físico o de entrenamiento.

¡Vamos a ello!

 

1) Recuerda que la lluvia no es tu enemiga

 

Volviendo al nivel psicológico, uno de los mayores impedimentos a la hora de correr con lluvia no es el propio fenómeno meteorológico, sino la percepción que se tiene del mismo

Aunque la sensación de la caída del agua por todo el cuerpo no sea la más agradable, debes pensar que solo va a ser por un tiempo limitado que, en muchas ocasiones, no supera la hora. 

Concéntrate en el propio contenido de la sesión, en la música o en cualquier estímulo distinto al de la lluvia (el paisaje, tus sensaciones con el entrenamiento,…) te va a permitir ignorarla en gran medida. 

Además, todo tiene solución y, en este caso, una ducha calentita es uno de los mayores placeres después de correr bajo la lluvia, ¿verdad?

 

2) Correr con lluvia y un buen chubasquero, la solución perfecta

 

Por suerte, los avances tecnológicos proporcionan en la actualidad una infinidad de prendas de gran calidad y seguridad para afrontar tus entrenamientos en cualquier circunstancia. 

De hecho, la mayoría de chubasqueros garantizan la evacuación de agua e impiden la entrada de frío y humedad al cuerpo. Por tanto, teniendo la certeza de que gran parte de tu cuerpo va a estar cubierto, no deberías temer a la lluvia.

En días en los que las temperaturas son más frías o la lluvia es abundante, puedes optar por salir a correr con mallas largas y guantes, de manera que evitarás la sensación de que tu piel esté mojada. 

Por último, un clásico: la gorra o visera.

Cubrir la cabeza con este accesorio te ayudará, por un lado, a mantener tu cabeza mucho más seca y a evitar esa sensación de que cada gota impacte ahí. Por otro lado, el pico de la visera evitará que el agua caiga directamente en la cara, lo que es de gran ayuda para correr de forma más cómoda y agradable. 

 

3) No abuses de la cinta de correr

 

Y esto es algo que veo bastante en personas que odian correr con lluvia.

Salvo en momentos de temporales muy fuertes en los que salir a correr sea de verdad un riesgo, la cinta de correr siempre debería ser la segunda opción. 

A pesar de que correr en cinta sea muy similar, compatible y reproducible en un gran porcentaje, el problema está en que en ocasiones se convierte en una ‘excusa’ para evitar salir a correr cuando llueve. 

Recuerda que el entrenamiento más específico es aquel que mejor simula la técnica y las sensaciones a la hora de correr. En este caso, pisar el asfalto es la mejor opción para trabajar las demandas a nivel muscular, articular y cardiovascular.

Con esta afirmación no quiero demonizar  la cinta de correr, ni mucho menos, pero sí recomendarte reservar su uso para ocasiones esporádicas o cuando tu estado de salud no sea el más óptimo por cualquier molestia muscular o enfermedad. 

Además, escoger la opción más arriesgada (salir a correr con lluvia) va a ayudarte a forjar una mentalidad mucho más ambiciosa y decidida, la cual va ser de gran ayuda para afrontar cualquier entrenamiento o competición exigente. 

¡Por no hablar de la satisfacción que genera terminar una sesión en estas condiciones!

 

¿Qué pasa si llueve en la carrera que estamos preparando?

 

Antes de acabar, quiero empujarte a hacer la siguiente reflexión. Y esto está estrechamente relacionado con el último punto del que te he hablado: usar demasiado la cinta de correr para sustituir los entrenamientos en asfalto.

Desde el punto de vista de entrenamiento, sustituir ciertas sesiones de asfalto por la cinta no tiene ninguna repercusión notable, incluso se recomienda en ciertos contextos.

consejos para correr con lluvia

Pero, ¿y qué ocurre si siempre tratas de evitar la lluvia? Pues que si, por ejemplo, el día de tu carrera se presenta una situación similar, no vas a saber gestionarlo.

Lógico, ¿no? 

Puedes experimentar cosas como estas:

  • Una capacidad de concentración al correr con lluvia se va a ver limitada.
  • Una sensación de incomodidad durante toda la competición.
  • Un peor rendimiento por no haber entrenado previamente en circunstancias así.

Preparar al cuerpo y la mente para correr en cualquier tipo de condición va a ser la llave para que seas competitivo/a en carrera, ya tengas que correr con lluvia, calor o frío. Solo exponiéndote a diferentes tipos de superficies o recorridos vas a entrenar estas capacidades. 

Por lo que ahora, ya sabes; la próxima vez que un día lluvioso te haga dudar, abróchate el chubasquero, colócate la gorra, pulsa el botón de comienzo de actividad en tu reloj y ¡a correr con lluvia!

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